La Importancia de la Oración
Orar es la acción de conversar con Dios, bien sea para alabarlo, agradecerle, pedirle socorro, contarle sus miedos, problemas o angustias; es una conversación con ese ser supremo al que se le profesa la Fe y en quien se cree ciegamente. La oración es el camino más expedito para acercarse a Dios y obedecer sus preceptos. Forma parte de la vida tal y cómo el desea que la vivamos, creyendo en su palabra y alejándonos de los pecados.
Conversar con Dios no debe ser algo que hagamos sólo cuando tengamos una necesidad o algo nos aqueje; esa comunicación con él debe ser diaria, permanente como principal medio para fortalecer y estrechar la relación que tenemos con él. No se trata de recitar o repetir oraciones memorizadas, la idea es que cada cual encuentre el lenguaje y la mejor manera de hacerlo; esa que le haga sentir mejor.
Razones para orar
Seguramente nos hemos preguntado muchas veces la importancia de oración de la noche y es por ello que acá compartimos tan solo algunos de los muchos motivos por los cuáles hacerlo resulta beneficioso y positivo para nuestra vida.
- A través de la oración estrechamos y fortalecemos nuestra relación con Dios.
- Orar puede ayudarnos a sentir más tranquilos y en paz. La Fe de creer en sus designios nos ayuda a combatir la incertidumbre y angustia.
- Rezar puede ayudarnos a resolver problemas.
- Nos ayuda a ser cada día mejor persona y a llevar una vida acorde a los principios del Catolicismo o Cristianismo.
- Orar nos ayudará a mantenernos libre de pecado y no caer en las tentaciones.
- Rezar es la mejor forma de pedir perdón a Dios por nuestros pecados.
- Al orar recibimos la guía y orientación del Dios padre celestial.
- Es mediante la oración que podemos agradecer a Dios por nuestra salud, bienestar, familia, empleo, pareja, comida, ropa y todas aquellas bendiciones que diariamente se manifiestan en nuestra vida.
- Orar nos ayudará a mantenernos en el camino del bien y en la senda de la rectitud de palabra, pensamiento y acción.
- Cuando rezamos para decirle a Dios lo que nos angustia, muchas veces nos envía respuestas bien sea a través de familia, amigos, pareja, hermanos, consejeros o sacerdotes. Debemos aprender a reconocer e interpretar dichas respuestas, ya que siempre que recemos desde el corazón Dios escuchará y nos ayudará.